Ashraf Kanaan tiene 54 años y es uno de los jugadores de Poker más conocidos en la comunidad chilena. Ha sido dirigente y uno de los símbolos en la defensa de la actividad como juego deportivo. Sin embargo, en esta ocasión, fue noticia por razones de salud. 48302r
A nuestro amigo le diagnosticaron un melanoma ocular (tumor en su ojo izquierdo), y debido a su rápido avance y alto peligro, fue operado de urgencia el 31 de julio. La cirugía fue un éxito, pero nuestro amigo perdió un ojo. “Era perder eso, la vida o ambos”, explica Kanaan.
El principal problema fue que Ash no tenía previsión ni seguros de salud, por lo que tuvo que pagar todo de forma particular. “En Chile, si no hay plata, no hay salud”, reconoce. Sin la cifra completa, no había operación. “Gracias a Dios, llegamos a la meta y me operaron”, agrega.
¿Cómo llegaste a la meta?
Con ayuda de mis amigos cercanos, del Poker y del pool llegué a la meta. Me ayudaron de todos lados, personas que no esperaba. Gracias a todos ellos pude reunir el dinero y operarme.
¿De dónde sacas la fuerza para seguir adelante?
Nací en el Medio Oriente, en Palestina, y creo que va un poquito en la sangre. Mi nombre significa honorable, honrado; y al saberlo de pequeño, asumí ese ideal y por ahí parte el deseo de ser mejor cada día. Soy el hermano mayor y fui criado con más responsabilidades: dar el ejemplo y ser protector. Además, tengo un hijo de seis años y una hija de cuatro. Por ellos y mi pareja sigo adelante.
¿Cómo tomó todo esto tu familia?
Mi mujer está asumiendo esto de forma muy valiente. Me ha sorprendido. La vida cambia de un día a otro.
Un poco de contexto
“El año pasado, con mi familia, fuimos un mes a Egipto y luego a Palestina, pero mi papá no pudo ingresar porque le faltaba un documento. Quise que mi mujer y mis hijos conocieran donde nací. Luego ellos se fueron a Argentina a principios de este año y yo volví a Chile en abril”, relata.
Además del Poker, su otra pasión es el pool, y fue ahí donde aparecieron las primeras pistas. “Mi nivel había bajado mucho, y no sólo por la falta de práctica. La luz me estaba molestando mucho para jugar”, explica.
Primero le diagnosticaron fotofobia (molestia a la luz) y empezó a jugar con jockey. Luego trató de usar lentes. “Volví a Chile sin previsión y debí verlo todo de manera particular”. Siguieron varios exámenes, distintos diagnósticos, hasta que en julio la Técnica Jefe de una tienda de anteojos le dijo: “visita a un oftalmólogo, urgente”.
Fue al médico y éste le dijo que estaba bien. Sólo necesitaba más aumento en los anteojos. Compró de o, y al sacárselos, se demoró 20 minutos por las molestias.
Volvió con la Técnica Jefe y al volver a revisarlo descubrió que eso “raro”, había crecido. Ash quiso saber qué pasaba, pero por protocolo, ella no pudo responder.
Regresó a la clínica Luis Pasteur, pero el doctor que lo había revisado estaba de vacaciones. “Exigí que me atendieran. La doctora me examinó, me agradeció por regresar y llamó a un retinólogo”, señala. Pidieron más exámenes y solicitaron hora con una doctora de la Clínica Alemana, “de forma urgente y grave”.
“En mi desesperación, no tenía esperanzas de recibir ayuda. Le conté a un par de amigos, pero no tuve el coraje de reconocer que si no me operaba pronto me podía morir. Hablé con ellos y sentí que no me pescaron”.
Un tercer amigo sí escuchó y se le ocurrió una rifa. Luego salió la idea de organizar un torneo de pool a beneficio. Publicó un estado de WhatsApp con la información y recién ahí la comunidad del Poker se enteró de todo.
“Ellos lo conversaron y concluyeron que la mejor alternativa era la cooperación directa. Se mandó el número de
cuenta de mi pareja (Valeria del Mar Ciurleo). Algunos pensaron que era estafa y empecé a enviar mensajes de voz para confirmar que era yo”.
¿Cómo estuvo el día de la operación?
Se juntó el dinero que creíamos suficiente, pero ese día revisamos el presupuesto y había costos extra. Sin esa plata no podíamos hacer el ingreso. Era muy temprano, 7AM, y empecé nuevamente a pedir ayuda.
Y esa ayuda volvió a aparecer…
Así es. Y quiero nombrar especialmente a dos personas: primero, a Claudio Moya, que me ayudó mucho; y también a Checho Hirane, que hizo una publicación en Radio Agricultura enviando apoyo y buenas energías.
¿Qué te pareció la ayuda que te brindó la comunidad de Poker?
En el Poker siempre ha existido competitividad. En las mesas, todos somos guerreros, pero la comunidad me demostró su parte humana, ese lado donde no existe el ego. Mis amigos del pool también me apoyaron. Amigos con menos recursos, pero que siempre estuvieron ahí.
¿Cuál es la sensación?
Estoy muy agradecido del mundo donde me muevo, todos se han preocupado de estar ahí. Me siento muy orgulloso de mis amigos, que mi familia vea que en mi entorno hay grandes caballeros, muy humanos y les agradezco mucho.
¿Qué se viene ahora?
Siendo honesto, estoy en una situación complicada. Lo único que me salvaría sería vender un local que tengo en Santiago Centro. Es el trabajo de toda una vida y es lo que tengo para el post operatorio. Debo mantenerme tranquilo y empezar a buscar trabajo, una fuente de ingresos que por ahora no tengo. Sólo pido eso, quiero producir y nada más. Si alguien cree que pueda darme un espacio y que puedo rendir, estoy más que disponible. Me gustaría ser un aporte.
¿Algo que quieras agregar?
Gracias por la entrevista, por el tiempo. Gracias a los amigos del Poker y a los amigos del pool, sobre todo a José Mora, Claudio Moya, Amos Ben y Marcelo Hercovich. Le mando un beso y un abrazo a toda la gente del Poker.