El Salón de la Fama del Poker ha anunciado su lista de diez finalistas para la clase de este año, luego de un proceso de nominaciones abierto de dos semanas. 3e4u1d
El ganador se dará a conocer el próximo mes, con una ceremonia de consagración programada para el 17 de noviembre. Los diez nominados son los siguientes: 48195
- Eli Elezra
- Antonio Esfandiari
- Chris Ferguson
- Layne Flack
- Ted Forrest
- Bertrand “ElkY” Grospellier
- Mike Matusow
- Michael Mizrachi
- Matt Savage
- Isai Scheinberg
Como siempre es el caso, la mayoría de los finalistas han estado en esta lista antes. Los tres que son nuevos este año son Michael “The Grinder” Mizrachi, Bertrand “ElkY” Grospelier y Layne Flack, fallecido repentinamente en julio.
Su destino ahora está en manos de los 32 del Salón de la Fama. Cada uno tiene diez votos para distribuir como quiera. Un miembro del Salón de la Fama puede dárselos todos a un finalista, puede dividirlos equitativamente entre los diez, o algo intermedio. Depende del votante.
Solo una persona será elegida para el Poker Hall of Fame. En años anteriores, hasta dos han sido elegidos, pero el año pasado (Huck Seed) fue la primera vez desde 2004 que solo una persona fue itida y parece que el Salón de la Fama lo mantendrá así indefinidamente. Tiene sentido, ya que a medida que pasa el tiempo, hay menos personas que obviamente lo merecen, lo que eventualmente conduciría a una lista de finalistas que son más adecuados para el proverbial “Salón de lo muy bueno”. Al mismo tiempo, sin embargo, inevitablemente habrá candidatos que lo merezcan en ciertos años que se quedarán afuera mirando hacia adentro.
Los criterios del Salón de la Fama son los mismos de siempre:
- Un jugador debe haber jugado al póker en reconocidas competencias.
- Tener un mínimo de 40 años al momento de la nominación.
- Haber jugado en High Stakes.
- Haber jugado constantemente bien, ganándose el respeto de sus compañeros.
- Resistió la prueba del tiempo
- O, para los no jugadores, contribuyó al crecimiento general y al éxito del póker, con resultados indelebles, positivos y duraderos.
Todo es básicamente subjetivo, excepto por el requisito de edad, pero, de nuevo, la mayoría de los Salones de la Fama lo son.